Empleabilidad Parte 3
Mentón Arriba
A la pregunta, en
una entrevista de trabajo de ¿quién eres?... solemos responder muchas veces por
nuestros méritos de educación, laborales, en si en lo que hacemos profesionalmente,
olvidándonos que en la entrevista muchas veces no sólo se evalúa el perfil
profesional sino también el humano, por ello es que las decepciones
relacionadas con lo profesional ocupan un puesto muy alto entre los factores de
stress de un adulto, atrás de la muerte de un familiar y de un divorcio o
separación.
El número de desilusiones
en la vida de una persona desde niño hasta el término de su vida son innumerables,
desde el juguete no comprado por los papás, el no tener papás, perder una
competencia de disciplina física, el sistema de meritocracia que no absorbe a
todos en los colegios, porque desde allí se enseña a caer y perder, la sociedad
y sus clases, colores, etc. Pensemos, son muchas esas caídas y tropiezos, que
desde pequeños tenemos, acompañados claro de los triunfos y alegrías.
Todo esto nos
define en lo laboral, vemos así quien decide quedarse y agachar la cabeza al conformarse,
en vez de continuar levantando el mentón para seguir viendo el camino, para
avanzar hacia adelante y no para atrás o quedarse estático. La curva de
emociones que pasamos en esta transición de caídas y fracasos, suele empezar
con la inquietud que sentimos cuando hay señales de que algo está a punto de
cambiar, luego, cuando la revolución o cambio llega, sentimos el shock de la
pérdida un miedo que nos quiere dejar en nuestra zona de confort y miedo, la realidad
que nos golpea en la cara, entramos en confusión, echamos culpas, se valora la
autoestima, la curva luego nos lleva a
ver el lado positivo, sentimos alivio, esperanza, pero una esperanza con temor
de futuro a seguir si valdrá la pena, nos llenamos de preguntas, el resultado
de todo ello nos puede provocar acciones de creación, destrucción e inmolación.
Esta caída
laboral de perder el trabajo o no conseguirlo como medio para avanzar luego de
una entrevista, genera un vacío cercano a la depresión, nos cuestionamos, el
futuro se ve difícil, hay enojo, la curva se detiene, se ve hacia atrás hacia
adelante pero sin rumbo, hasta tocar fondo, que es el conformarse y dejar de
intentarlo en lo mejor de ese fondo, dejan de creer, cuestionan sus propias creencias de ser, incluso las cambian a veces no para mejor.
Quienes levantan
el mentón, pero para ver encima de ese fondo, viendo la curva hacia abajo pero
buscando como enderezarla, ya dieron el primer paso, al aceptar la realidad
dolorosa en algunos casos cruel, pero toman una actitud de cambio, gracias
muchas veces a familiares, colegas, amigos, al buscar ayuda profesional,
vuelven a creer en sí mismos cargados de fe renovada, buen ánimo, visualizando
una nueva meta, una nueva realidad, con una pasión que los hará crear su plan
de acción de vida futura, con una meta más clara.
Siendo también conscientes
de que esa nueva meta, estará llena de obstáculos, pero al estar en la nueva
zona de aprendizaje saben que pase lo que pase seguirán levantando el mentón
para seguir, sirviendo como modelo para todos nosotros, quienes admiramos como
yo, esa fuerza de ser un verdadero triunfador.
Lic. Ernesto A. Rivera Jáuregui